Toda organización empresarial requiere de la elaboración de
diferentes tipos de documentos que posibiliten cumplir con sus obligaciones, tanto en lo que incumbe a
procesos internos como con los
lineamientos que exigen las autoridades. Un ejemplo de esos documentos es el Reglamento Interno de
Trabajo.
Independientemente de los requisitos legales que exige la Ley Federal
del Trabajo para que las empresas puedan disponer de un Reglamento Interno que pueda llevarse a la práctica
sin trabas legales,
hay algunas pautas que pueden observarse en el diseño de este importante documento.
* Debe
existir armonía entre el contenido del Reglamento y los contratos individuales o el contrato colectivo de
trabajo en caso de haber
sindicato, pues las contradicciones entre estos documentos dificultan bastante establecer la disciplina en el
centro de trabajo.
* Es
importante ser prudente al momento de señalar sanciones dentro del Reglamento, pues estas no pueden
extralimitar lo que la ley
permite, ni traspasar el respeto a la dignidad de los trabajadores.
* No
deben fomentarse aumentos en la carga laboral de los empleados ni asignarse actividades que sean imposibles de
cubrir en un tiempo
razonable.
* Se debe
asentar un procedimiento para el otorgamiento de incentivos y el establecimiento de medidas en disciplinarias
para evitar
inequidades. En el caso de las sanciones, siempre debe darse oportunidad a los empleados de ser escuchados y
plasmar por escrito sus manifestaciones.
* El
Reglamento puede ser la base para el diseño de políticas innovadoras dentro de la empresa, como lo son las
dirigidas a evitar y
combatir el hostigamiento y acoso sexual. Igualmente, para favorecer la mejora continua en el desempeño de los
operarios, a través de la capacitación y profesionalización constantes.
Conforme a lo anterior, se aprecia que el
proceso de creación de un Reglamento Interno de Trabajo va mucho más allá de la creación de normas que en la
práctica carecen de
eficacia, ya que un diseño correcto será la base idónea para que el centro de trabajo desarrolle sus
actividades en orden y disciplina, aumentando la productividad y la estabilidad entre los recursos
humanos.