Las actividades empresariales de cualquier clase requieren de manera
necesaria la realización de diversos acuerdos de voluntades que inciden en la efectividad de su funcionamiento
interno, así como
de las actividades que se realizan cotidianamente como parte de las transacciones comerciales que se
formalizan día con día.
En este contexto, los contratos son un instrumento indispensable para
legitimar cualquier acto entre particulares, de tal suerte que ninguna de las partes que en ellos intervienen
quede desprotegida
ante cualquier eventualidad que se pudiera presentar.
Por estos motivos, a continuación enlistamos cinco
sugerencias que pueden serle prácticas al momento de celebrar contratos a nombre de su organización
empresarial:
1.- Cerciórese siempre del marco regulatorio a
que está sujeto su documento. ¿Se trata de un contrato civil, mercantil, laboral o de cualquier otra materia
legal?, ¿aplica en él
la legislación federal o solamente la local del Estado a que usted pertenece?, ¿fija la Ley alguna formalidad
especial tomando en cuenta la cuantía o valor del contrato? Responder a éstas preguntas ayuda a determinar el
alcance del acuerdo
que está realizando.
2.- Manténgase al tanto de los requisitos de
existencia y validez de los contratos en que participa. Cada tipo de contrato está sujeto a reglas específicas
que, de no reunirse
completamente, lo harán ineficaz en la práctica, e incluso inservible, si se pretende hacer valer como base
para demandar su cumplimiento ante los tribunales.
3.- Sea muy cuidadoso al redactar el
clausulado. Recuerde que aquellas cláusulas que sean contrarias a Derecho se tienen por no puestas. Esto
último tiene aplicabilidad especial
en los contratos laborales, donde se tiene que respetar los máximos y mínimos que fija la Ley en beneficio del
trabajador.
4.- Procure que ambas partes se sometan a la
jurisdicción de los tribunales que corresponden al domicilio en que usted se encuentra. Esta recomendación le
puede ahorrar mucho
dinero en caso de incumplimiento de la otra parte, pues no tendrá que erogar gastos en desplazarse a lugares
distantes para defender sus intereses.
5.- Aunque puede resultar
muy tentador elaborar contratos en base a formatos preestablecidos, esto no es lo más conveniente en la
práctica, pues tenga
presente que la legislación está en cambio constante y que el contenido de los contratos varía dependiendo de
la Entidad Federativa o las circunstancias en que cada documento se celebra. Por esa misma razón, procure leer
y comprender con
absoluta claridad los artículos legales que dan fundamento a su contrato. Si no obtiene un entendimiento
preciso y puntual de todas sus disposiciones y fundamentación no tiene por qué firmarlo.