Lo invitamos a suscribirse a nuestro Boletín de Cursos, Servicios y Artículos de Investigación: clic aquí
En la vida y en las organizaciones empresariales la toma de
decisiones es una situación constante. Todos los días tomamos diferentes tipos de decisiones. A nivel
empresarial, mientras nos encontramos
en nuestra área de responsabilidad dentro de la organización, tenemos la facultad de decidir.
Actualmente, las organizaciones están en un ambiente de competición
constante, en el que lograr ventaja competitiva en el mercado es un factor indudable de supervivencia. Por
consiguiente, es
fundamental tomar decisiones acertadas.
El arte de tomar buenas decisiones está basado en cinco
“ingredientes” básicos que debemos tomar en consideración previo a optar por diferentes alternativas:
1.- Información: Los datos siempre se recogen
tanto para los aspectos que están a favor como en contra de la resolución de un problema, con el fin de
definir sus limitaciones.
Si la información no puede obtenerse, la decisión entonces debe basarse en los datos disponibles, los cuales
caen en la categoría de información general. En caso de carecer de conocimientos, es necesario buscar consejo
en quienes están
informados.
2.- Conocimientos: Cuando un individuo
soluciona un problema en forma particular, ya sea con resultados buenos o malos, esta experiencia le
proporciona información para la
solución del próximo problema similar. Si ha encontrado una solución aceptable, con mayor razón tenderá a
repetirla cuando surja un problema parecido. Si carecemos de experiencia entonces tendremos que experimentar;
pero sólo en el caso en
que las consecuencias de un mal experimento no sean desastrosas.
3.- Experiencia: En ausencia de un método para
analizar matemáticamente un problema es posible estudiarlo con otros métodos diferentes. Si estos otros
métodos también fallan,
entonces debe confiarse en la intuición, que es una facultad que se desarrolla a través de los datos que nos
aportan nuestras experiencias de vida. Algunas personas se ríen de la intuición, pero si los otros
ingredientes de la toma de
decisiones no señalan un camino que tomar, entonces ésta es la única opción disponible.
4.- Análisis: Un análisis es la distinción y la
separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos.
5.- Juicio: Es la facultad del alma que permite
distinguir entre el bien y el mal o entre lo verdadero y lo falso, entre lo bueno y lo malo. Es también una
opinión, un dictamen
o un parecer.
Como puede verse, emitir un buen juicio es el
resultado de un proceso en el que se toman en cuenta varios factores para disminuir el margen de error. Cabe
destacar que siempre
existe la posibilidad de errar, pero cuando la decisión se ha tomado responsablemente hay mayores alternativas
de solución que cuando las decisiones dentro de nuestra organización se dejan al simple azar.
Si
deseas profundizar aún más tus conocimientos sobre el tema, los invitamos a conocer nuestros diplomados en
línea