Dentro del ámbito laboral, se enfrentan diversas situaciones que
exigen cada vez un nivel de mando mayor.
El coaching, va más allá de un simple enteramiento de una persona, el
coaching se enfoca en llevar de la mano a una persona para poder realizar un cambio interior. Facilita el
desarrollo potencial de
las personas para alcanzar objetivos coherentes y cambios en profundidad.
En este proceso, el coach ayuda a las personas a esclarecer sus
metas, ya sean personales, laborales, de relaciones afectivas, etc., y a ponerse en camino para
alcanzarlas.
Para poder lograr un coaching eficaz nos centraremos en 6 pasos para
alcanzar los resultados deseados.
Se necesitan identificar en primer lugar las dificultades del coachee
para esclarecer sus metas, ya sean personales, laborales, de relaciones afectivas, etc., y a ponerse en camino
para alcanzarlas.
Para esto es necesario llegar a un acuerdo con el coachee y hacerle ver que estas acciones tienen impacto en
su vida diario y en su desempeño.
Una de las claves principales para llevar el proceso del coaching
funcione es que se establezca una confianza entre ambos. El coachee tiene que saber que dentro de la relación
de coach-coachee habrá
comprensión y libertad de expresión para así poder llegar al objetivo. Cabe resaltar que el Coach no adopta
una postura de juez o persona superior. La confianza se debe basar y generar a partir del conocimiento, la
confidencialidad y la
escucha.
Una de las importancias de este proceso es la feedback para que el
coachee realice una reflexión, que cambios debe hacer para mejorar, que acciones está haciendo de manera
diferente para no lograr
sus objetivos, hacerle ver sus habilidades. Esto se puede hacer con la técnica Más-Menos-Más; donde se inicia
hablando de los aspectos positivos, competencias fuertes, resultados sobresalientes, etc. Después de se
comentan las deficiencias
y oportunidades de mejora identificadas. Y se termina nuevamente reforzando aspectos positivos.
Dentro del proceso del coaching, el plan de acción empieza desde la
toma de conciencia del coachee, hacia la necesidad del cambio, que se convertirán en resultados notorios. Es
importante de no
olvidarse de los objetivos planteados en un inicio del proceso para que este cambio se vuelva un hábito y una
habilidad en el coachee.
El coach debe ir reforzando cada uno de los logros que vaya teniendo
el coachee, asegurándole que está dando los pasos correctos para lograr el objetivo. Esto es importante ya que
realizar los
cambios para el coachee puede ser un proceso de miedo o incomodidad.
La evaluación se basará en el plan del coaching y en los objetivos
planteados desde el comienzo. Se realizan diversos cuestionamientos para hacer una mejor valoración del
proceso: ¿Se han conseguido
los cambios de comportamiento para poder lograr el objetivo principal? ¿Se tiene una motivación en cuanto a
los cambios adquirido? Se revisan los resultados donde se verifique los progresos del coachee y los hábitos
nuevos generados.
El coaching está siendo aplicado cada vez más en
empresas y organizaciones de todo tipo. La intervención de un coach profesional, en grupos de trabajo o en
trabajo personal sobre
los directivos, está transformándose rápidamente en una ventaja competitiva de la organización.
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